Fue uno de los municipios más extensos y menos poblados de la actual Barcelona. La razón la encontramos en su pasado agrícola. Las primeras masías de Les Corts son de origen medieval construídas sobre restos romanos. Como testimonio del ambiente rural de aquella época queda la masía fortificada Torre Rodona, conocida como Can Vinyals por la inscripción que tiene en la puerta. Data del siglo X y se construyó la torre para defender la masía de los ataques de los sarracenos. Durante el asedio de Felipe V en 1714, se destruyó gran parte en un incendio. La razón podría ser la ayuda que ofreció la familia Vinyals a su amigo, el conseller en cap Rafael de Casanova, durante el ataque de los borbones a la ciudad. En 1925, pasó a ser propiedad de la familia Güell, que la vendió a los actuales propietarios, el grupo hotelero Husa: la masía se convirtió en su sede y en los terrenos construyeron el Hotel Princesa Sofía.
Otra masía cercana, mucho más conocida por los aficionados culés, es la de Can Planes. Conocida popularmente como La Masia del Barça, fue un casal típico de familia agrícola catalana construido en 1702. Durante los años 50, este club de fútbol compró los terrenos para edificar el Camp Nou y dejar su antiguo estadio de la Travessera de les Corts. La masia se conservó para el club y se convirtió en su centro de formación: muchos jugadores hoy mundialmente conocidos han pasado por este lugar.
El fútbol despierta muchas pasiones, así que no debe sorprendernos que hoy en día el museo más visitado de Barcelona, después del Museu Picasso, sea el del FC Barcelona, dentro del mismo recinto del Camp Nou.
Conservar la identidad de pueblo en una gran ciudad es algo que ha sabido hacer el barrio de Les Corts. Es el núcleo central del antiguo municipio que, hasta 1836, dependía de Sarrià y se le conocía como Les Corts de Sarrià. Junto con los barrios de La Maternitat i Sant Ramón y Pedralbes, forman el actual distrito 4 de Les Corts. El municipio se anexionó a Barcelona el 20 de abril de 1897.
Sólo hace falta pasearse entre la plaza de la Concòrdia, la plaza de Comas y sus alrededores para disfrutar de esa tranquilidad y ese aire de pueblo que no ha perdido. Esta zona se urbanizó a mediados del siglo XIX.
En la plaza de Comas se encuentra el antiguo ayuntamiento del municipio, actual sede del Distrito, inaugurado en 1884. Hay que fijarse en la fachada, donde puede verse un cetro real. Durante el siglo XIX, cuando se construyó este edificio, todo lo que quedaba fuera de la muralla de Barcelona era jurisdicción del rey.
Justo delante está la figura de bronce de Pau Farinetes. Parece ser que fue un personaje popular del barrio que llegó a tener algún cargo en el ayuntamiento. La escultura es una reproducción de la original de barro que estaba situada en la entrada de la masia de Can Farinetes, detrás de la sede del distrito.
En la bonita plaza de la Concòrdia nos encontramos con una obra del arquitecto Josep Oriol Mestres del año 1849: la iglesia de Santa Maria del Remei. En la misma plaza también está la primera casa que se recuperó para equipamiento del distrito, el Centre Cívic Can Deu. Esta finca modernista de 1898 es obra del arquitecto Eduard Mercader. La finca era de la familia Deu i Mata, dedicados a la exportación de vinos y anisados. No os perdáis el bar y su patio al aire libre. Es uno de mis rincones preferidos, de obligada parada cada vez que paso por allí cerca. Si ya estáis enganchados cazando representaciones del semidiós Hermes en la ciudad, aquí podréis encontrar una.
Mientras Barcelona estaba en plena industrialización, el municipio de Les Corts continuaba ofreciendo un entorno rural. Este hecho y las grandes extensiones de terreno que ofrecía, propició que la burguesía industrial buscara allí el lugar para su casa de verano.
El banquero Manuel Girona i Agrafel construyó aquí su casa de verano, Torre Girona. Actualmente es la sede del rectorado de la Universitat Politèctica de Catalunya, UPC. En el lugar que ocupaba la antigua capilla hoy podemos encontrar uno de los ordenadores más potentes de Europa, el Mare Nostrum, que se utiliza para investigar y desarrollar tecnologías de la información para el progreso científico.
Eusebi Güell también tenía aquí una finca. Joan Martorell le construyó un palacete, la Torre Güell, que fue derribado en 1919 para construir allí el Palacio Real de Pedralbes. Güell encargó a Gaudí reformar la casa, construir un muro de cerca y los pabellones de portería. Para la entrada principal a los pabellones, Gaudí diseñó una reja en forma de dragón. Este dragón representa el guardián del Jardí de les Hespèrides del poema L’Atlàntida de Jacint Verdaguer.
Gaudí se encargó de parte del diseño de los jardines de la finca junto con Nicolau Rubió i Tudurí, Carles Buïgas y Agapit Vallmitjana. Si nos adentramos en estos jardines, actualmente conocidos como Jardins del Palau Reial de Pedralbes, podremos ver una pérgola y una de las dos fuentes que construyó Gaudí. Esta fuente, conocida como Fuente de Hércules, tiene el caño en forma de dragón chino y el busto del héroe mitológico que lo guarda. Éste es el segundo año que por estas fechas se organiza aquí el Festival Jardins de Pedralbes.
Eusebi Güell tenía el proyecto de construir en esta finca una ciudad jardín como el Park Güell, pero esta iniciativa fracasó y acabó regalando la casa al rey Alfonso XIII como agradecimiento al título nobiliario de conde que éste le otorgó. La casa pasó a llamarse Palau de Pedralbes.
Otro punto cercano en el que detenerse es el Cementiri de Les Corts. Cuando se inauguró, en 1897, estaba fuera del municipio. Muy próximo al Camp Nou tienen los veteranos jugadores del Barça Estanislao Basora y Ladislao Kubala su lugar de descanso eterno. Otra curiosidad de este campo santo es que alberga el cementerio judío en activo más antiguo de la ciudad. Pere Falqués fue el encargado de hacer en 1904 la tumba más espectacular que se puede ver en el recinto y que fue destinada a albergar los cuerpos de los soldados sin familia muertos en los hospitales de la ciudad a consecuencia de la guerra de Cuba y Filipinas.
Además de los Jardines del Palau Reial, uno no debe perderse el Parque de Cervantes, con su rosaleda y sus bonitas vistas de la ciudad. Desde hace 14 años se celebra aquí el Concurso Internacional de Rosas Nuevas.
El conjunto monumental del Reial Monestir de Santa Maria de Pedralbes es una de las joyas del gótico catalán. Lo fundaron en 1326 Jaume II y su esposa, Elisenda de Montcada, con la intención que fuera el lugar de retiro de la reina en el momento de enviudar. En él había una comunidad de monjas clarisas, la mayoría hijas de nobles. De la espiritualidad de estas monjas se encargaba una pequeña comunidad de monjes franciscanos que vivían en el edificio conocido como el Conventet. Hoy en día este edificio es de propiedad privada y queda fuera del monasterio, pero antes de la desamortización formaba parte de él.
Aquí se encuentra el panteón de Elisenda de Montcada. Su peculiaridad es que tiene dos frentes: el que da a la parte de la iglesia (accesible a todos los fieles), en la que aparece vestida elegantemente y coronada de reina, y el que da al claustro (accesible sólo a la comunidad monástica), donde aparece vestida de viuda y con hábito franciscano.
El monasterio estaba amurallado, pero de esta fortificación se conservan sólo las dos torres de vigilancia y las dos puertas que daban acceso al recinto. Actualmente pertenece al Museu d’Història de la Ciutat.
Enlaces relacionados:
Web Barcelona Inspira. Les Corts.
Si os apetece seguir conociendo más cosas interesantes de esta zona, os animo a que leáis la entrada sobre los primeros años del franquismo en Les Corts.
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