Siempre que planifico una escapada a una ciudad , hago listas con las cosas imprescindibles para conocer la ciudad. Ordeno las actividades en nocturnas y diurnas en función de los horarios, si se necesita luz del día o no para realizar la actividad o la visita…
En esta entrada me gustaría aconsejar a quien desee pasar un fin de semana en mi ciudad. Me ha sido muy difícil hacer esta lista de mi propia ciudad pero esto es lo que yo no me perdería en una escapada de fin de semana. Igual es algo optimista pero, mejor dejarse cosas para poder volver.
Escogería una mañana para pasear entre la historia de Ciutat Vella. En el horario de mañana es más tranquilo el paseo. Es un lugar que siempre hay gente pero a medida que pasa el día aumenta la afluencia. No pasees sólo por las calles marcadas en la guía, piérdete por cualquier callecita que te llame la atención, en todos encontraras sorpresas y, si sabes escuchar, las piedras te contaran sus historias.
Este es el corazón de la ciudad, el centro histórico de Barcelona. En una zona muy localizada se pueden encontrar muchos edificios de gran importancia en la historia de la ciudad. El conjunto histórico del Palau Reial Major fue la residencia de los reyes de la Corona de Aragón hasta el siglo XIII. Con un poco de imaginación aún se pueden ver a los reyes y a los nobles pasear por allí.
La antigua Barcino puede encontrarse en diferentes puntos de este distrito, empezando por una de las puertas de entrada a la colonia romana desde la plaça Nova y debajo del Museu d’Història de la Ciutat MUHBA
En la plaça Sant Jaume encontramos el centro político de la ciudad con el Palau de la Generalitat, el gobierno de Cataluña y la Casa de la Ciutat, el ayuntamiento de la ciudad. La antigua Barcino también tenía el poder político y religioso en el centro de la ciudad y aún puede verse un vestigio del Templo de Augusto en el Mont Tàber, el punto más elevado de la antigua colonia romana.
La comunidad judía en Barcelona tiene su lugar histórico en El Call. A esta zona sólo se podía acceder históricamente desde una única entrada que daba a la plaça Sant Jaume.
Descansa en alguna de las plazas tranquilas que encuentres. Te contaré un secreto, mis lugares preferidos son la Plaça Sant Felip Neri y el patio del Museu Frederic Marès. Curiosamente los dos lugares históricamente han estado tocados por la desgracia y el sufrimiento de diferente manera. El primero, durante la Guerra Civil, hubo un ataque con bombas y mató a más de cuarenta personas, la mayoría niños, dejando la huella del trágico acontecimiento en la pared de la iglesia y el segundo, fue la sede del tribunal de la Inquisición. Aún así, la tranquilidad y la serenidad de estos dos lugares no refleja el sufrimiento allí vivido.
La Catedral de la Santa Creu i Santa Eulàlia tiene miles de detalles en sus piedras, cada vez que la miras te explica un secreto, una historia. El Claustro, la sillería del coro y la cripta donde descansa Santa Eulàlia la copatrona de Barcelona deben estar en la lista de cosas que no debemos perdernos. En el Claustro te van a sorprender 13 ocas, ni una más ni una menos, si eres curioso encontrarás la leyenda que explica su origen.
La Basílica de Santa María del Pi es otro de los lugares que uno debe visitar, tanto la basílica como su entorno se merecen una visita y de allí, adéntrate a la entrañable calle Petritxol. Calcula pasar por allí a la hora de desayunar o de merendar y párate en alguna de las granjas para tomarte un chocolate con nata.
Si cruzamos la Via Laietana nos adentraremos en el barrio de La Ribera. Ildefonso Falcones describió en su novela La Catedral del Mar la construcción de esta bella obra del gótica, la Basílica de Santa María del Mar. En su novela describió como los bastaixos transportaban piedras desde la cantera de Montjuïc hasta allí.
Después de visitar la basílica si los pies aún tienen ganas de pasear un poco más hay que pasar por el carrer de Montcada, calle llena de palacios medievales donde vivían nobles, burgueses y comerciantes adinerados. Aquí está el Museu Picasso que ocupa varios de estos palacios.
La Rambla es uno de los lugares imprescindibles en una escapada a Barcelona. Desde la Font de Canaletes de la que la leyenda dice que si uno bebe de su agua volverá a Barcelona hasta el mar son 2 km donde uno no puede tener descanso ni un segundo. Está dividido en diferente ramblas . Cada tramo tiene su historia y sus características.
Uno debe pararse en el bullicioso Mercat de la Boquería y dar una vuelta por sus paradas. No dejéis de comer algo en alguno de los bares que hay dentro ni de beber un zumo natural de frutas que ofrecen en numerosas paradas. No hay nada que no se puede encontrar en este mercado.
Bajando se debe uno fijar en el suelo para poder pisar una obra de Joan Miró aproximadamente a mitad del recorrido. El Gran Teatre del Liceu y delante el Cafè de l’Òpera, un buen sitio para tomar un café y ambientarse en los años de esplendor de la burguesía donde se dejaban ver estos adinerados clientes.
A un paso de La Rambla encontramos el Palau Güell, primer gran edificio de Gaudí para su mecenas y amigo Eusebi Güell.
Un poco más abajo entramos en la Plaça Reial. Las farolas fueron diseñadas por un joven Gaudí.
Seguimos el paseo y llegamos al Monumento a Colón.Cuando llegamos aquí ya olemos a mar. Una buena alternativa es ir al barrio de La Barceloneta para comer una paella o unas tapas con sabor marinero. Este barrio es un barrio de pescadores que aún conserva la sencillez y su carácter aunque ya son pocos los que se dedican a este trabajo. En el Palau de Mar se encuentra el Museu d’Història de Catalunya.
Si apetece un paseo junto al mar, desde el final del passeig de Joan Borbó hasta el Hotel W hay un tranquilo paseo con vistas al litoral de Barcelona.
Si te apetece un paseo marítimo algo más animado junto al mar debes ir hacia la Torre Mapfre y el Hotel Arts donde, a sus pies, hay numerosos locales tocando la arena para tomar algo o cenar.
Una buena alternativa para alojarse es en apartamentos como los que Oh-Barcelona ofrece en diferentes puntos de la ciudad.
Otro día debe dedicarse a explorar el Modernismo, movimiento artístico y cultural que no acaba en Gaudí. Muchos son los artistas que han hecho de Barcelona lo que hoy conocemos.
Un ejercicio de exploración de este arte es pasear por el Eixample: Passeig de Gràcia, Rambla Catalunya… procurando no perderse lo que hay arriba. No dejaréis de sorprenderos con la cantidad de detalles arquitectónicos en todas las fachadas. Si después de pasear estas dos grandes vías os habéis quedado con ganas de más podéis seguir cualquier calle que las cruza y continuaréis con el asombro.
Prácticamente en toda Barcelona podéis encontrar la huella del Modernismo.
En la manzana de la discordia tenemos representados tres grandes obras de tres grandes arquitectos modernistas: la Casa Lleó Morera (Lluís Domènech i Montaner), la Casa Amatller (Josep Puig i Cadafalch) i la Casa Batlló (Antoni Gaudí).
La Casa Milà de Gaudí, conocida popularmente como La Pedrera, está de aniversario, este año ha cumplido los 100 años y nos saluda con una vitalidad que nos hace pensar que allí estará muchos más.
Conocida también es esta zona por ser una zona de shopping donde las grandes marcas tienen aquí su representación.
El Palau de la Música Catalana de Lluís Domènech i Montaner es otra de las joyas del Modernismo. Se puede visitar durante el día o se puede disfrutar durante un espectáculos de los que tiene programados. Revisa la programación antes de venir, puede que haya algo que te interese.
Para la tarde dejamos la visita a la Sagrada Família. Mi consejo es sentarse delante de las fachadas con calma. Es una manera de descansar y de poder tener una visión tranquila de los miles de detalles que hay en la fachada de la Natividad de Gaudí y el sobrecogimiento que transmite la fachada de la Pasión de JM Subirachs. La sensación al entrar en el templo es única.
Con ascensor se puede subir a las torres. Hay que tener en cuenta que las condiciones meteorológicas deben ser adecuadas. Cuando la climatología no acompaña, no está permitida la ascensión.
Un buen consejo es comprar con antelación las entradas para evitarse las colas.
De las actividades que yo digo de tarde-noche está la de acercarse al escenario de la Exposición Universal de 1929 con el Palau Nacional de fondo, actual Museu d’Art Nacional de Catalunya (MNAC).
Uno de los espectáculos gratuitos que uno no debe perderse es la Font Màgica de Montjuïc en funcionamiento con los juegos música y luz coordinados.
Otro sitio que se debe visitar es el Park Güell. Este fue el proyecto del adinerado Eusebi Güell para que los burgueses pudieran vivir tranquilamente en esta ciudad residencial. Su amigo Gaudí fue el escogido para el proyecto. Además de toda la parte monumental se puede disfrutar de unas vistas espectaculares de la ciudad con el mar de fondo.
Espero y deseo que disfrutéis de la ciudad y que os haya ayudado en la planificación de vuestra escapada.